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Feature News | Sunday, February 18, 2024

Muere 'el alma de la pastoral hispana'

Fallece a los 89 años el P. Mario Vizcaíno, misionero y maestro, fundador del SEPI

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MIAMI | A los 89 años, ha fallecido el P. Mario Vizcaíno, misionero y maestro que por casi 40 años impulsó la pastoral hispana en los EE.UU. como fundador y director del Instituto Pastoral del Sureste para el Ministerio Hispano, SEPI.

Falleció la noche del 13 de febrero, en la comunidad escolapia San José de Calasanz, en Hialeah. Fue religioso escolapio por más de 60 años.

Siempre sonriente, el P. Mario Vizcaíno durante una reunión en el Instituto Pastoral del Sureste, SEPI. El P. Mario Vizcaíno, Sch.P., falleció el 13 de febrero en la comunidad escolapia San José de Calasanz, en Hialeah. Fue religioso escolapio por más de 60 años.

Fotógrafo: Courtesy

Siempre sonriente, el P. Mario Vizcaíno durante una reunión en el Instituto Pastoral del Sureste, SEPI. El P. Mario Vizcaíno, Sch.P., falleció el 13 de febrero en la comunidad escolapia San José de Calasanz, en Hialeah. Fue religioso escolapio por más de 60 años.

“Lo caracterizaba su sonrisa. Siempre sonreía. Una persona muy entregada. Un sacerdote 24/7, con una agenda siempre llena. Un amor muy grande por el SEPI y por el ministerio hispano en el sureste de Estados Unidos”, dijo su amigo, Guillermo Fernández-Toledo.

El P. Vizcaíno dirigió el SEPI por casi 40 años, de 1978 al 2016. El SEPI, que es la rama educativa de la Oficina Regional del Sureste, se fundó en 1979, un año después de la creación del Instituto Pastoral del Sureste de Estados Unidos, con el P. Vizcaino como director. Su creación seguía la recomendación del II Encuentro Nacional de Pastoral Hispana, del cual el P. Vizcaíno había sido coordinador regional.

“Se establecieron oficinas regionales similares en el noreste, noroeste y suroeste de Estados Unidos. El único que ha sobrevivido y sigue prosperando es el SEPI. Eso se debe al trabajo que hizo el P. Vizcaíno durante muchos años", dijo el Arzobispo Thomas Wenski, quien conoció el sacerdote escolapio siendo seminarista y diácono en la parroquia St. Benedict en Hialeah, donde el P. Vizcaíno celebraba las Misas en español.

El SEPI “fue un puente para las diócesis con recursos limitados que les permitió atender las necesidades de la creciente población hispana de esos estados”, dijo el Arzobispo. Al mismo tiempo, el SEPI les ayudó a formar futuros líderes en esas comunidades. “Los obispos de las diócesis de la región están muy agradecidos al SEPI, pero, en particular, los obispos originales [de esas diócesis] lo apreciaban mucho”, agregó el Arzobispo.

“Ha sido el alma de la pastoral hispana en el Sureste cuando se necesitaba ese impulso, ante la creciente llegada de hispanos de cultura católica con necesidad de apoyo y formación”, dijo Araceli Cantero, anterior editora de La Voz Católicaque por décadas reportó sobre la labor del P. Vizcaíno en la Región del Sureste. “Con su partida el P. Vizcaíno deja tras de sí un legado de compromiso, visión y creatividad en favor de la evangelización y el avance de los católicos hispanos en los Estados Unidos”.

”Cuando empezó el SEPI no había Misas en español en algunas diócesis del sureste y ahora, 40 años después, hay Misas en todas las diócesis”, dijo el P. Manny Álvarez, párroco de la iglesia Little Flower, en Coral Gables, cuya familia conocía al P. Vizcaíno desde 1975. “El caminaba con mi familia, nos reuníamos siempre los primeros de enero, celebrábamos la Misa con él, y empezábamos el año nuevo juntos".

 

‘Alma misionera’

Según el P. Álvarez, el P. Vizcaíno tenía un “alma misionera. Él siempre estaba buscando nuevas maneras de comunicar el Evangelio para llegar a diferentes personas”, dijo. “Él vivía la nueva evangelización que predicaba Juan Pablo II.”

Durante los veranos en la secundaria, cuando tenía, 15, 16, y 17 años, el P. Álvarez acompañaba al P. Vizcaíno a la misión de los Padres Escolapios en Tabasco, México. Recorrían los caminos a caballo y a pie, recordó el P. Álvarez, añadiendo que “la semilla de ser sacerdote fue nutrida por el P. Mario y por esta experiencia misionera”.

Para el P. Vizcaíno “esas eran sus vacaciones y a él le encantaba el campo, el pueblo, la comida. Y la gente lo amaba. Imagino que están llorando también como lo estamos llorando acá en Miami, porque no era solamente la predicación del Evangelio, sino ayudar a ese pueblo a desarrollarse”, dijo el P. Álvarez.

El P. Vizcaíno trabajó también por la inclusión de los hispanos en la Iglesia de EE.UU. a todos los niveles. Como resultado de sus esfuerzos, hay muchos ministros laicos hispanos sirviendo a la Iglesia en parroquias, diócesis y a nivel nacional.

“Estuvo en todo el proceso de involucrar a la gente y preguntarles cuáles son las necesidades del pueblo hispano. Eso le encantaba”, dijo Fernández-Toledo.

Para ello recorrió miles de millas en una van buscando a los hispanos esparcidos por las más de 30 diócesis en los nueve estados que comprenden la región sureste: Alabama, Florida, Georgia, Kentucky, Luisiana, Carolina del Norte, Mississippi, Carolina del Sur y Tennessee.

Con los datos del censo, llamaba a los obispos de las diócesis para preguntarles si ofrecían Misas en español. “Muchas veces los obispos decían: no tenemos hispanos aquí, y él les mostraba las cifras”, contó Fernández-Toledo.

Buscando en una guía telefónica llamaba a todo el que tenía un apellido hispano y así se fueron fundando oficinas del ministerio hispano.

 

‘San Pablo de nuestros días’

En 1988, al visitar Miami, el Obispo de Lousiana William Friend, señaló que el P. Vizcaíno y el SEPI “son como el San Pablo de nuestros días, visitando las comunidades, llevándoles la palabra de Dios y el apoyo de la Iglesia”, según cuenta un artículo publicado en La Voz Católica.

“La gente lo recibía con un cariño tremendo”, dijo Fernández-Toledo, quien lo acompañaba en esos viajes, y desde entonces, hace 36 años, sigue asociado al SEPI, impartiendo clases en el programa de Ministerio Hispano.

La formación de los hispanos era parte del ADN del P. Vizcaíno, por su formación escolapia. Él estableció oportunidades de formación a través de charlas, talleres, encuentros pastorales y retiros y la maestría para laicos.

El SEPI en la actualidad ofrece tantas posibilidades “por el legado del P. Mario”, dijo Olga Villar, directora ejecutiva del SEPI.

“Mi formación teológica pastoral es completamente SEPI”, dijo Villar, quien conoció al P. Vizcaíno cuando ella tenía 17 años y pertenecía al grupo de jóvenes de la parroquia Corpus Christi. Posteriormente, la invitó a trabajar en las escuelas de ministerio y después como directora del Ministerio Hispano en la Arquidiócesis de Mobile, Alabama.

El P. Vizcaíno ayudó a Villar en 2014-2015 en la renovación del anterior plan diocesano de 1992, para lo cual viajaron nuevamente a las diferentes diócesis del sureste. Gracias a su visión de formación a largo plazo, se pudo empezar en el SEPI las primeras escuelas de ministerio, las Pascuas Juveniles y el Libro de la Pascua, que fue reconocido como uno de los 12 mejores programas a nivel nacional en la formación de jóvenes líderes.  

 

La semilla de la vocación

El P. Vizcaíno también fue profesor y director espiritual en el Seminario St. John Vianney de Miami. Eso impactó la vocación del joven P. Álvarez.

El P. Manny Álvarez, es vestido durante su ordenación sacerdotal en 1993 para la Arquidiócesis de Miami por el P. Mario Vizcaíno, su director espiritual. El P. Álvarez es actualmente el párroco de la iglesia Little Flower, en Coral Gables.

Fotógrafo: Courtesy

El P. Manny Álvarez, es vestido durante su ordenación sacerdotal en 1993 para la Arquidiócesis de Miami por el P. Mario Vizcaíno, su director espiritual. El P. Álvarez es actualmente el párroco de la iglesia Little Flower, en Coral Gables.

“Yo diría que no sería sacerdote sin el P. Mario. El me vistió el día de mi ordenación, el predicó en mi primera Misa y estuvo presente cuando cumplí 20 años de cura, hace dos años”, indicó. “Él sembró esa semilla de la vocación en tantos sacerdotes y fue un recurso de sabiduría y de espiritualidad, por eso lo vamos a extrañar”.

En enero pasado, pudo despedirse y agradecerle. “Le besé las manos sacerdotales que me consagraron cuando me ordenaron, que me absorbieron y me dieron la comunión tantas veces”, recordó. “Hemos perdido a un gigante en la vida de la Arquidiócesis. En las redes sociales tantas personas están poniendo la foto de su boda y de los bautizos con él, con una alegría siempre”.

“Sinceramente se nos ha ido un santico”, dijo Fernández-Toledo, quien estuvo con él P. Vizcaíno, rezando el rosario, momentos antes de su muerte. Se fue en paz, estaba sereno, dijo. Lo acompañaron también dos sobrinas del P. Vizcaíno y sus hermanos escolapios.

El P. Mario Vizcaíno, Sch.P., falleció el 13 de febrero en en la comunidad escolapia San José de Calasanz, en Hialeah. Fue religioso escolapio por más de 60 años.

Fotógrafo: Courtesy

El P. Mario Vizcaíno, Sch.P., falleció el 13 de febrero en en la comunidad escolapia San José de Calasanz, en Hialeah. Fue religioso escolapio por más de 60 años.

Villar también tuvo la oportunidad de despedirse del P. Vizcaíno hace un mes atrás. “Confío plenamente en que de la misma forma en que el P. Mario hizo tanto y empujó toda la labor pastoral del SEPI, continuará desde el cielo intercediendo por nosotros”.

El P. Vizcaíno nació en La Habana, Cuba, el 20 de agosto de 1934. Ingresó en el noviciado de los escolapios en 1952 y fue ordenado sacerdote en Roma en 1960. Con la llegada del Castrismo a Cuba, no pudo regresar a su país por 20 años.

Además de su labor en el SEPI, fue párroco, maestro de escuela secundaria, profesor universitario y formador de generaciones de sacerdotes. Fue Provincial de la Provincia Escolapia de Estados Unidos desde 2007 hasta 2011.

Era un gran devoto de la Virgen de la Caridad y mantuvo siempre una cercanía con Cuba. “Nunca olvidó ni abandonó a la Iglesia que peregrina en su Cuba natal, con la bondad que le caracterizaba ayudó en lo material y en lo espiritual, desde una cercanía y caridad llena de detalles”, dijo Mons. Arturo González, Obispo de Santa Clara, en un comunicado de prensa.

Después de retirarse del SEPI se dedicó a los grupos de formación continua de los escolapios en Miami. 

SERVICIOS FÚNEBRES

  • El velatorio del P. Mario Vizcaíno se realizará el lunes, 26 de febrero, de 4-8 p.m., y el martes 27 de febrero de 9 a.m. a mediodía, seguida de la Misa fúnebre en la parroquia St. John the Apostle, 475 E. 4th St., en Hialeah.
  • La Misa será celebrada por M.R.P. Pedro Aguado, Superior General de la Orden Escolapia.
  • El sepelio se realizará en el panteón de los Padres Escolapios en el Cementerio Our Lady Queen of Heaven, en North Lauderdale.
  • “Los Padres Escolapios en Estados Unidos, Puerto Rico y Cuba aprecian enormemente el ministerio, el ejemplo y la vida del Padre Mario Vizcaíno”, dijo un comunicado de los Padres Escolapios en su página de Facebook.
  • En lugar de flores, se solicitan donaciones en memoria del Padre Vizcaíno al Fondo de Seminaristas y al Fondo de Retiro de los Padres Escolapios, P.O. Box 11822, Fort Lauderdale, FL 33339 (www.piaristchallenge.com).

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